“ Los que siempre están pidiendo algo, nunca pueden llenarse con el tesoro de la felicidad.”
(Somos felices cuando nos sentimos colmados y sin sensación de vacío; no nos falta nada. Aunque algo físico nos falte, si interiormente nos sentimos llenos a causa de tener una relación cercana con Dios, no necesitaremos nada más, porque Él ya nos lo ha dado todo. Podremos, aún y así, dar a quien nos pida, porque este almacén Divino que hay en nuestro interior, más se llena cuando más damos.)