(Aunque un pensamiento parezca insignificante, imposible de detectar, inocuo.., Dadi Janki, en una frase suya: “Cuando hablamos, se crean círculos en el aire” , plasmó algo que parece muy sencillo y que no solo se limita a las palabras, también a la calidad de los pensamientos. Lo habremos notado alguna vez en algún caso extremo al irrumpir en una discusión cuando ha sido detenida por llegar nosotros: el ambiente se nota denso por todo lo que se haya dicho antes de entrar nosotros y que sigue a causa que los pensamientos continúan estando en conflicto aunque no se exprese nada. Hay una frase hecha de ello: “el ambiente se podía cortar con un cuchillo.” Por esto entiendo que estar en un estado espiritual estable, es decir, que no vayamos fluctuando del conflicto, la crítica, el desasosiego…, a la calma, la paz y a los pensamientos benevolentes hacia los demás, es hacer una gran donación al mundo, por el esfuerzo mental que supone el sortear y superar todos los obstáculos y mantenerse en calma. No hemos de olvidar que aún no somos perfectos, ni por asomo; esta práctica constante nos puede acercar a esa perfección deseada. Los pensamientos llegan, no hay duda: a poco que observemos a los animales, nos daremos cuenta de ello.)