(Un servicio puede ser algo que hacemos para los demás. Si representa un esfuerzo demasiado grande para nosotros, o que lo vamos a hacer en contra de nuestra voluntad, a la fuerza, puede ser que lo realicemos con una energía muy densa y eso será lo que se quede en nosotros, en el ambiente y en la persona a la que va destinado. En vez de una ayuda, la otra persona lo va a experimentar como algo no deseable y su sentimiento va a ser de rechazo. Por ello es necesario plantearnos porqué

hacemos las cosas para los demás. Porque si es para aliviar algún arrepentimiento interior, la ayuda no va a servir sino que va a perturbar. La cooperación ha de ser sincera, liviana, entusiasta y sin expectativas.)
[Puede ser también que hagamos las cosas con la mejor intención, pero hay que tener el discernimiento de si aquello que vamos a hacer, es realmente necesario.]