
El abrazo eterno
Siento una gran admiración por la fe que mantienen la gente devota. Ellos quizás no han tenido ese momento revelador de sentirse formar parte de un todo y al mismo tiempo saberse único y especialmente amado por Dios. Es el abrazo eterno que en ese instante se imprime en mí, y en el que recobro la consciencia de alma y la de La Amorosa existencia de Dios para siempre.
Esta experiencia definitiva, es la que voy a llevar conmigo eternamente, ciclo tras ciclo. La mitad del tiempo no seré consciente de ello, pero estará ahí, experimentándolo en esa vida en la tierra de la felicidad, durante medio ciclo, día a día. Y cuando el mundo ya no sea un remanso de paz y felicidad, seguirá la búsqueda de lo perdido, porque en mi interior habrá la tenue luz de ese abrazo, agazapado entre las sombras del olvido.
Ese buscar lo olvidado se reproducirá en diferentes formas de religiones, actividades, relaciones, hasta la extenuación, y, ya casi terminado el espacio y el tiempo…, esa luz volverá a cubrirme por completo, recordándome otra vez que Existes. Por esto es por lo que admiro profundamente la fe de la gente devota de todas las religiones. Por esto también, no me puedo permitir la duda. Yo tengo el abrazo eterno. Ellos tienen la canción. Om shanti.