
Ahora estamos creando la conciencia que habrá en el mundo nuevo, el paraíso, cuando recordamos al Único y le llevamos en nuestro corazón y somos conscientes de eso. Allá, habrá la felicidad natural en nuestro corazón, sin embargo, no sabremos que Dios existe; Él, se habrá ido ya a descansar después de la tarea hecha. Será esa felicidad, como esa felicidad que a veces nos asalta, esa felicidad que se ensancha en nuestro corazón y no sabemos de donde viene. ¿Os ha pasado alguna vez?