El colador fino

**A veces, la meditación hace que hiervan nuestros posos y se enturbie el intelecto, como se enturbia el agua que hierve cuando en el fondo hay detritus.**

No es algo malo aunque duela un poco y a veces nos haga saltar alguna que otra lágrima o amargura. Es bueno, porque estando estas impurezas en reposo en el fondo, nos es difícil detectar esas sombras. Cuando empiezan a emerger en ese hervor, las vemos, y nos hacemos conscientes de esos temas aún por solucionar que yacen en el fondo del corazón del alma.

Cuando se es consciente de alguna debilidad o cuestión no solucionada, se puede diseccionar minuciosamente y sin tener ningún sentimiento de impotencia.

La imagen en meditación que podríamos visualizar, es : un colador de alambre fino que “pesca” todas las impurezas donde se pueden analizar detenidamente.

Puede que algunas veces nos asalten sentimientos de pesar o de preocupación sin saber qué lo provoca, es un estado que se puede detectar ante el espejo, o cuando nos dicen: ¿estás bien?  Mi experiencia es que, cuando voy a buscar las raíces de ese estado, veo que en algún momento he aparcado algún problema y me he olvidado de él, o que alguien ha dicho algo agresivo o preocupante y lo he obviado y también después olvidado sin solucionar.

Todo ello va a formar parte de los posos, de las sombras que hay que esclarecer. Sino.., todo este bagaje oculto va a trabajar en la clandestinidad mermando mi fortaleza y mi felicidad.