
59.- El mantenimiento de la fe en Dios, es directamente proporcional a la cantidad de veces que durante el día Le recordemos y recreemos en nuestro interior ese amor que nos inspira. La amistad con alguien se mantiene cuidando la relación, al igual como se mantiene viva una flor regándola y alimentándola; las horas tempranas de la madrugada son el mejor momento para ello. Igualmente, para establecer un encuentro directo con Él, éstas son las mejores horas para recibir Su néctar.