Ahora, permitidme un comentario que va a lo profundo:
“De todos nosotros existen rosas y espinas, las rosas espirituales ofrecen su fragancia al mundo, las espinas ofrecen rencor, odio, desamor, etc… De rosas hay de tres tipos: de hierro, de cobre ligero y las naturales. Las de hierro son tan pesadas…que les es imposible cambiar nada de su vida, las de cobre con mucho esfuerzo van cambiando, y las naturales…no les hace falta cambiar puesto que ya elevan su fragancia de su propia naturaleza. Si llegamos a ser rosas naturales, incluso entonces si vamos quitando uno a uno los pétalos (hábitos, costumbres, rutinas, etc…) llegaremos a encontrar nuestra esencia verdadera. El fruto.”
Texto: Bk Júlia Estrems

A veces el fruto de la rosa son sus espinas. Un cordial saludo.
M'agradaM'agrada
Luego.., son estériles
M'agradaM'agrada
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