Siempre que se habla de meditación.., la imaginación nos evoca la típica imagen de alguien sentado en la posición de loto, sumamente involucrado en un estado trascendental, completamente ausente del mundo material. Y eso nos aleja de la posibilidad de creernos capaces de llegar a tal estado, ni tan solo de intentar meditar.
Simplemente es mucho más sencillo que todo eso. Ni hace falta estar demasiado tiempo en ese estado y posición, ni tampoco querer llegar a las “altas esferas” que imaginamos que ellos llegan. Puede ser tan solo una desconexión de solo ¡un segundo! Simplemente pararse y atender a lo que sentimos.
Dentro del ruido exterior podemos hacer un paréntesis de silencio y paz. Seguir con los ojos abiertos pero pararlo todo: acción y pensamiento por un segundo tantas veces como recordemos durante el día. Y experimentar que ocurre.
Creo que nos lo debemos.
Aquí dejo un enlace de meditaciones de un minuto para enfocar el pensamiento en ese momento (se puede memorizar algún aspecto):
Texto: Bk Júlia
molt interessant
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Ahora solo falta ponerlo a la práctica, crear el hábito.
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