
(De todo lo que nos ocurre en la vida, vamos aprendiendo. En la escuela nos enseñan a estudiar, pero el conocimiento vital lo vamos desarrollando a medida de que nos vamos encontrando con todas las situaciones, adversas o no, que van pasando por nuestros paisajes. Incluso, cuando tropezamos nos levantamos y miramos el escollo para grabarlo en la mente y así identificarlo para otra vez. A pesar de todo, hay la percepción de que volvemos a tropezar con el mismo obstáculo. ¿Qué ocurre? Puede que seamos malos estudiantes o un poco despistados; pero al fin y al cabo…, somos estudiantes de la vida. Cuando decidimos que lo sabemos todo y que nada nos puede aportar nada nuevo, nos estancamos, los conceptos se enrancian en la mente y dejamos de aprender. Entonces surgen los miedos a lo desconocido. Desde la ignorancia nos asustamos y nos sentimos muy débiles ante las situaciones que no podemos controlar. Así pues…, que nunca nos cerremos ante situaciones desagradables, sino comprenderlo con una mente amplia y aprender de ello.)