NO ES OTRO MUNDO

¿Cómo se puede definir el Paraíso?

¿Existe? ¿Existió? ¿Existirá?

Tenemos la visión que el catolicismo nos ha pintado, del paraíso. Una visión muy naif. Cuerpos desnudos, inocentes.., y puede que lo definieran así para que lo entendiéramos, puesto que es muy difícil entender el ambiente del paraíso, viviendo en nuestro mundo de ahora.

¿Cómo se puede experimentar ser inocente, cuando ya se ha perdido la inocencia?

Para tener una visión real del Paraíso.. [existió, existirá, se está estableciendo ahora] sólo hemos de recordar cómo veíamos el mundo cuando teníamos una muy corta edad: sorprendiéndonos de todo, emocionándonos con todo, sintiéndonos ágiles, fuertes, amados, nutridos, sintiendo amor por todos, mayores, adultos, infantes..animales…, yendo a dormir con ganas de despertar pronto y volver a la aventura de la vida, y, durmieeendo plácidamente al igual que los bebés.

• Sí, existió, porque se puede relatar algo que fue; si no hubiera sido…, no lo podríamos imaginar: existe la Tierra.., por esto puedo imaginar que pueden existir otros mundos. Veo el universo…, por ello puedo imaginar que puedan existir otros universos.
• Sí, existirá, porque experimento cómo después del día viene la noche, cómo después de la primavera viene el verano, cómo después de un año comienza otro, cómo después de una guerra vuelve un tiempo de tranquilidad.
• Sí, existe, porque este infierno de ahora lo hemos creado con nuestra mente; antes de la acción es el pensamiento. Ya lo estamos cambiando por el paraíso con nuestras mentes abiertas al amor por los animales, por el medio ambiente, por la Tierra, por los mares, por el ser humano…, lo estamos cambiando todo desde nuestro silencio y con nuestro deseo de terminar con este infierno de la mente y de la acción infernal.

Allá, (no es otro mundo) la luz, literalmente hablando, lo regenera todo, lo transforma todo. Primero nos convertimos nosotros mismos en luz…, y ésta crea el Paraíso. Se está creando en este mismo instante en que estas letras se desgranan desde el pensamiento hasta el monitor. Es tiempo de reforzar este silencio creador, para contrarrestar el ruido ensordecedor del poder destructor de los que no quieren que nada cambie.