
*Que seáis el que tiene pensamientos determinados y transforméis los sanskares de los demás, con vuestra especialidad del poder de la tolerancia*
(La costumbre de “saltar” a la primera provocación que recibimos es una costumbre que está adheridA al ego. No podemos tolerar que se mancille nuestro ego y, o atacamos, o nos justificamos. Lo que no va a ocurrir con estas reacciones, es que los demás se sientan satisfechos en absoluto, ni va a terminar el acoso. Tolerando desde la tranquilidad de nuestra consciencia, sí que habrá cambio: el nuestro: ya que no hay pesar cuando hay poder, y el del otro, que de momento podrá pensar que ha ganado y se irá tranquilo, pero que a la larga va a entender que no hay victoria en la difamación.)