Replantearse totalmente la vida.

Aunque todos nacemos y muy pronto se nos hace conscientes de que habrá un día en que moriremos.., lo vemos muy lejos y afortunadamente nos olvidamos de ello y vivimos tranquilos. Pero también es un hándicap que nos hace un poco frívolos. Vivimos tan alegremente como si hubiéramos de vivir esta vida eternamente y dejamos pasar el tiempo, pero en realidad lo perdemos miserablemente. Pensemos ¿qué haríamos si supiéramos que íbamos a morir en poco tiempo..?  De hecho, lo único que ocurre es que no sabemos cuando y creemos que será cuando alcancemos la máxima vejez, pero si supiéramos más o menos la fecha próxima de cuando ocurriría, nuestra vida daría un vuelco importante en calidad. Es decir, replantearse totalmente la vida, inventarla de nuevo con una nueva visión, la visión del alma. Entonces el alma hasta ese momento ninguneada, tomaría el báculo de la vida que realmente quería vivir al nacer. ¿Recordáis el entusiasmo de la niñez?