
Dios nos está diciendo: –¿Podríais recibir un reino ilimitado y todavía decís: “Lo pensaremos”? ¿Amáis los vicios hasta tal punto que decís que pensaréis si renunciáis a ellos? Por lo menos, haced una promesa ahora y entonces, recibiréis ayuda del Padre.-
Sabemos lo difícil que es dejar las
costumbres arraigadas, incluso ni pensamos que muchas de las cosas que tenemos como normales y aceptables son consideradas por Dios como grandes vicios que empobrecen el alma, de los que nos hemos de liberar ya, sin tardar mucho. Sin embargo, tal como Él nos anuncia, al hacerLe la promesa de que lo intentaremos…, recibimos Su maravillosa ayuda; esto es así, es la verdad, hablo por propia experiencia.