
Estando en meditación a estas horas tempranas de la madrugada me digo a mí misma: mantente presente, feliz, amorosa y sé consciente de la energía de Dios que te está llegando como una ducha suave que refresca el alma, te renueva, te abraza por completo como el abrazo amoroso de la madre estando en su regazo. Sé consciente de como esta luz Divina te llega, te rodea, se mantiene en ti y al mismo tiempo permito que siga rociando el planeta con Su poder de aliviar todos los pesares. Sé que si estoy presente, consciente y no dormito en estos momentos tempranos, voy a tener Su luz durante todo el día y pase lo que pase traeré al presente, en cualquier momento que lo desee, la experiencia dulce vivida al alba, obrando como un bálsamo vitaminado hasta que llegue la hora de dormir por la noche.