
Siempre he creído que relacionarse y compartir ideas y pensamientos con otros es algo que enriquece, pero ahora en estos tiempos hemos de cuidarnos, ya que las mentes y los sucesos se disparan de tal forma que puede que no sea tan beneficiosa esa extroversión, puesto que hay intenciones y deseos expresos que no siempre son ligeros sino que están cargados con mucha aflicción, de imponer la autoridad, deseos de venganza o con desesperación. Por eso, hoy al oír la reflexión de alguien sobre cómo podemos ayudar con lo que está sucediendo en Catalunya, lo comparto; me ha parecido que eso era una suave venda de frescor sobre la herida.
Su pensamiento en esencia:
Cuando tantas mentes están creando pensamientos crispados.., el ambiente se tiñe de eso, de crispación, de desesperación. ¿Cómo podemos ayudar..? Saliendo de ese vórtice de pensamientos negativos. No dejándonos arrastrar mentalmente por los sucesos; verlos porque los hay, pero mantener la equidistancia, tener un poco de compasión para con nosotros mismos creando pensamientos positivos sobre la situación. ¿Quién sabe qué habrá de bueno en ello? Todas las crisis son una buena oportunidad para remover lo enquistado.