luminiscències 2013/2025

Tu pensamiento construye tu realidad

Feminismo desde la perspectiva espiritual.

960x540_mother-universe

Puedo ya hablar de muchos años  en mi vida.., tantos como cuarenta y cinco desde mi primera cruzada particular feminista como movimiento político: “Mujeres en Lucha” la palabra ya lo define todo. Pero lo cierto es que ya me desarrollé en un ámbito que no discriminaba: en casa con la familia nuclear; básicamente madre / padre. Tengo la suerte de que el padre, cuando nací, al verme no tuvo ningún decepción aunque él esperaba, como la mayoría de hombres esperan, un primer hijo varón.

Por suerte recibí un cuerpo bastante fuerte y valiente, excepto los primeros sufrimientos del karma anterior que me llevaron al borde de la muerte en la cuna pero que ahora sería otro tema. Se cumplieron todas las expectativas que el padre tenía en un hijo varón. Así me crié: fuerte, valiente, capaz de hacerlo todo, sin ningún condicionante de género, ninguna limitación como: “no, eso no lo hagas que es cosa de niños”, o, “haciendo lo que haces se creerán que eres un niño, o, “las niñas tienen que hacer esto.., etc.” Básicamente me crié tan libre como un pájaro, dentro de unos límites, claro; muchas compañeras de juegos y de escuela sí que los tenían y siempre me chocaban los regaños que sus padres les hacían.

Ya os podéis imaginar que me labré la fama de aventurera, muy entusiasmada con la vida y sus posibilidades; ya sabéis.., para mí no habían límites.., hasta que estrené la adolescencia y los cambios corporales, y, evidentemente, los hormonales. Aquí empezaron a aparecer las “líneas rojas” (sinónimo que ahora estamos tan acostumbrados a oír). Era evidente que entraba en un colectivo discriminado, no entendía porque incluso en mi familia se me ponían límites…, pero ellos ya no me veían como antes y tenían miedo de que no encajara en la sociedad. Aquí comenzó el distanciamiento y mi introspección: si no expresaba mis sentimientos, no los podrían utilizar en mi contra.

El hecho de que hubiera cambiado al volverme introvertida, me hizo más reflexiva. Era una protección que además me hacía crecer por dentro, tenía un mundo interior. Ahora lo contemplaba todo desde dentro, pero las preguntas no tenían respuestas. Veía esta discriminación en toda la sociedad, en todos los ámbitos, en los animales, en el trabajo, en los privilegios .., yo había de volver a casa antes de las nueve de la noche, y, en cambio mis amigos chicos…, ¡viva la pepa..! Pero lo que me dio la mayor perspectiva del porqué de esta discriminación fue, ser madre unos cuantos años después, ya madurada en las injusticias.

La sociedad se apoya en el hecho de que las mujeres.., que son instrumentos para llevar y criar nuevos seres humanos en el mundo.., deben apartarse, se tienen que dejar en un rincón.., porque ¡”estorban”! En el fondo.., creo que es miedo a que las mujeres se empoderen y lo mejor que se puede hacer para que esto no pase.., es hacerlas sentir que no son útiles; un ejemplo: el barranco salarial y de oportunidades en comparación con el otro lado del género. No todos los seres humanos hombres son así, lo tengo muy claro. Pero sí la mayoría de la clase dirigente, sobre todo en estos últimos tiempos que parece que en vez de evolucionar, han involucionado. ¿A dónde nos ha llevado esta conducta? Cuando se aparta a una parte vital de la sociedad, se pierde una gran oportunidad de evolucionar correctamente, porque se escurre la posibilidad de aportar innovación; todo se vicia.

¿Os habéis preguntado alguna vez cómo es que en casi todas las actividades alternativas, espirituales, las actividades que permiten desarrollar una sociedad mejor, en la mayoría son mujeres? Pues porque sólo tenemos este espacio que la parte masculina ha olvidado, y, porque la mujer en general, siempre ha interiorizado para poder sobrevivir, se ha hecho sabia. La mujer ya está harta de esta situación y ahora toma el relevo; ahora toca porque el mundo está en las últimas y es necesaria nuestra ayuda para poder asumir esto. Sólo que no debemos perder la perspectiva de no caer en los errores en los que ellos han caído. Tengo la esperanza de que ya que a la mujer le llega su momento, lo haga desde la sabiduría y no desde las armas. De algo nos ha servir nuestra “lucha” interior.



om-shanti-e1514104411913



 

Deixa un comentari