
“¡No quiero que gane Maia, quiero que gane el amor que tengo por Ti!
La experiencia:
Ayer, una frase en el estudio espiritual se quedó retenida y vibrante en mi mente; de hecho era un eslogan, potente y rompedor: “el amor por Dios es el despertador que te despierta en amrit vela (de madrugada).” Y, hoy, me había dormido media hora, pero aquí estaba, sentada intentando mantener ojos y mente despiertos, mirando el punto brillante de luz metafórico del alma que somos y el Alma que es Dios, en frente de mí.
A pesar de todo, ojos y mente se nublaban y la luz se atenuaba, se alejaba; me sumía de nuevo en la ensoñación previa al sueño, a caer inconsciente entre las sábanas. Y entonces.., en esta lucha, en un último intento de mantenerme lúcida, se ha formado esa frase que he subrayado al principio, en la mente. Y como si un fuerte vendaval hubiera soplado en un valle ahogado de niebla, así mismo se ha despejado aquel estado de sueño, de los ojos y de la mente.
¡Y he aquí! ¡Maia, la creadora de niebla ha desaparecido! Así he entendido cuánta fuerza tenemos cuando nos hablamos de este modo a nosotros mismos y cuánta voluntad absorbemos del amor y respeto que podemos tenernos, y del amor y respeto especialmente, que podamos tener, afortunadamente, por Dios.., o por el Universo por los que aún son agnósticos.
