¿Qué no pueden ver los ojos?, o, La calle vacía.

Morgran Freeman en un film hacía el papel de un viejo y agotado escritor que se le habían terminado las “palabras”, o sea, el motivo por el cual seguir escribiendo. Pero cuando una niña le pidió que le enseñara a escribir como él lo había hecho en sus libros, él le dijo que observara la calle que tenían delante; ¿qué veía?, ella contestó

-No hay nada, está vacía-.

A lo que él insistió, -¿Qué no ves?-

Ella se quedó sin decir nada.

-Usa tu imaginación.- dijo él.

Y entonces ella comenzó a urdir una situación de una persecución por esa calle que terminaba con un buen final, narrándola como si la estuviera viendo.

Esta anécdota me lleva a otro tema relacionado con el vacío en el universo; ese algo que hace algún tiempo motiva a los científicos a investigar, porque el vacío está lleno de la nada que al parecer resulta que es algo. Es muy curioso como siempre nos fijamos en lo que existe y en cambio no ponemos atención al vacío de alrededor. No nos motiva. Para nosotros significa cero, o un espacio inaprovechado a lo sumo. Tendemos a interesarnos por lo que vemos; en cambio el espacio intermedio también existe, puesto que está en el plano físico.

Pero, ¿en dónde ubicamos la imaginación intensa que nos transporta casi materialmente a otra realidad? Está claro que la situamos en la mente y con el intelecto escogemos lo procedente y descartamos lo improcedente, o lo que hemos absorbido como lógico pensar.

Ocurre seguramente muchas veces a todos que, al intentar encontrar algo que sabemos se halla en un lugar concreto, si alguien lo ha cambiado de sitio, aunque lo tengamos delante mismo se nos hace invisible a nuestros ojos. ¿Porqué? Porque la mayoría de las veces usamos los “ojos” de la mente, la gran “pantalla” en dónde se proyectan las imágenes de la imaginación. Se podría afirmar que es un gran instrumento de nuestra esencia.

Lo que vemos en ese plano sutil lo transferimos y lo hacemos nuestro mundo, nuestra realidad personalizada. Si eso existe para cada uno.., ¿qué no existirá que no seamos capaces de ver con los ojos del cuerpo?