¿Somos conscientes de como son nuestras acciones en esta vida actual?
PUNTOS 2/11/2017: *Al haber realizado continuamente acciones pecadoras (erróneas), ahora hay una carga enorme de pecados sobre vuestra cabeza. ¿Cómo podéis liberaros de la cuenta de los pecados de muchos nacimientos? Permaneciendo en el recuerdo del Padre durante tanto tiempo como viváis. Cuando el oro se pone al fuego, se elimina la aleación. Este es el fuego del yoga mediante el cual se disuelven los pecados (errores).
Puede ser que nos acordemos un poco de las acciones de las que no estamos orgullosos de nuestra vida, pero.., imposible saber lo acontecido en las muchas vidas anteriores. A lo sumo, alguien muy especial podría tener sensaciones imprecisas, veladas o turbias; un sentimiento de pesar que no se mitiga, del que no acierta adivinar su origen. Esta es la gran carga que llevamos encima; con ella nos será imposible “volar”.
Al llegar nuestro particular momento de partir, el alma que al principio era como el oro, ha de estar ligera, libre de esta aleación, libre de la carga para alzar el vuelo hasta el verdadero hogar. Como ocurre con el oro que se libera de la aleación al derretirlo al fuego, el alma, con el fuego del yoga, día a día también se va descargando. El lastre se va soltando y cada vez notamos perceptiblemente que el sobrepeso se va aligerando manteniendo la mirada espiritual puesta sobre el Padre del Alma.
Cuando se habla de transformación se refiere a esto: el alma se transforma de manera muy evidente, poco a poco y día a día recordando quién es nuestro verdadero y único Padre/Madre del alma, Dios. Estando en Su recuerdo mentalmente, vamos purificando el espíritu. Este es el método que Él mismo nos ha explicado: El antiguo Raja Yoga de Bharat.
Investigando la etimología de la palabra “pecado”:
*en griego significa: errar la diana
*en latín significa: tropezar y salirse del camino.
La cultura católica nos ha dejado un amargo sabor de muchas palabras con las que casi ni queremos oír ni leer. Pero ahora se terminó la etapa de la devoción (oscuridad) y ya estamos en la etapa del conocimiento (luz).
Este 2018 ha de ser el año de la transformación. No solamente de los propósitos que siempre hacemos al principio del nuevo año. Éste ha de ser el principio del cambio, la transformación personal. Ha de haber el deseo de terminar con la rutina de pensamientos nocivos, el dejarse llevar por los acontecimientos, la auto-complacencia y el victimismo. Nos hemos de dejar de “pataletas”, ya somos mayores, ¿no?, ¿quién nos va a sacar las castañas del fuego? Ya no vale llorar. Por eso Dios habla :
“RECORDARME Y VUESTROS PECADOS SE DISOLVERÁN”
PUNTOS 2/6/2017: Cada uno tiene que sufrir por sus propias cuentas kármicas. Cuando una persona enferma, significa que está saldando sus propias cuentas. No tengáis el pensamiento: Somos hijos de Dios, así es que, ¿por qué estamos sufriendo?, pero hay otra forma mejor de saldar: el recuerdo del Padre. Este sufrimiento se puede saldar en felicidad. Si alguien que ignora este conocimiento le ocurre algo, empieza a gritar. Aquí, las saldáis en felicidad.
Cuando hay la incógnita de porqué nos ocurren las enfermedades, a parte de la explicación médica, se sufre y el dolor a veces nos hace gritar de desesperación. Muchas veces nos revelamos y nos decimos a nosotros mismos: ¿qué hecho yo para merecerme esto? No lo comprendemos y nos revelamos; incluso nos airamos y adjudicamos a Dios esas desgracias pero Él nunca da pesar a nadie. También nos ocurre esto cuando vemos en los demás esas desgracias que les amargan la vida. Si entendemos que las enfermedades son el sufrimiento del karma, podremos pensar que en esta vida que estoy viviendo, no he hecho tanto para merecer tanto dolor.
Dios nos da Su conocimiento y nos enseña Raja Yoga para aliviar todas esas incógnitas y nos revela que no solo tenemos esa vida que estamos viviendo, sino que llevamos la cola de muchos nacimientos encima de nuestra cabeza, es la carga de muchos pecados acumulados que ahora, en el tiempo de saldar, se han de limpiar. Es una carga que “pesa” muchísimo, y se trata de irnos de aquí libres de exceso de equipaje, igual que cuando vinimos. Así pues, con esa conciencia, podemos experimentar nuestras enfermedades y las de los demás, con felicidad, aunque parezca una contradicción a ojos de quién no lo comprenda.
Pero también podemos mitigar la forma de saldar, ya que se ha de hacer de todas maneras, recordando a nuestro Padre de más allá de la materia. Teniendo yoga con Él, con Dios, nuestro padre de las almas, o sea recordándole de una forma intencionada, no solo un recuerdo fugaz que pasa por la mente (yoga significa unión), se van disolviendo esos errores de vidas pasadas y de la actual de una forma muy amorosa y libre de dolor. Por ello, nunca Se cansa de repetirnos que le recordemos solo a Él, el único para todas las religiones y credos.
(En los momentos finales lo que la mente recuerda es a ello donde el alma se dirige. Es por ello que el Padre/Madre nos comenta que el recuerdo será tan útil. Nos vamos haciendo puros mediante el recuerdo constante, intermitente, durante todo el día de Aquel que nos ama tanto; ¿no recordaríamos de igual forma al amado/amada, mientras lo vamos haciendo todo? Esta práctica es la que se ha de hacer firme y natural. Al principio cuesta, se ha de tener voluntad para recordar a un punto; ¿qué es un punto? Personalmente lo visualizo como una estrella solitaria en el cielo nocturno. Un punto diminuto de luz pura y poderosa, igual que nosotros: el alma. Este es el único esfuerzo que nos pide Dios, que le recordemos durante el día mientras lo hacemos todo; no nos pide posturas imposibles, donaciones, caridad, ni sacrificios como el de echarnos sobre una cama de clavos, etc.., no; solo que Le recordemos: “Manmanabhav”, yoga fácil. ¡Esto es todo!)
Podríamos intrincarnos en complicados estudios del ADN humano de cómo es posible cambiar su estructura. Medicamentos basados en sueros de células madre, y diversas drogas que podrían modificarlo, etc. Pero Dios nos lo pone mucho más fácil y nos dice: “Simplemente recordadMe a Mí, el Alma Suprema, vuestro Padre de las almas, tanto como os sea posible, y vuestros pecados (errores) del pasado de muchos nacimientos se irán disolviendo”
Cuando nos ponemos en sintonía con Su amor, entramos en un proceso inconsciente precedido de pensamientos positivos inducidos por el amor que sentimos por ese Ser Supremo, abriendo un recóndito espacio inaccesible hasta ese momento, en donde hemos estado fabricando nuestra forma de pensar, las pautas de salud de nuestro cuerpo y la forma de responder a la vida: nuestro sello particular creado por nosotros mismos sin ser conscientes de ello.
En meditación entramos en ese espacio, y, al conectarnos con el Alma Suprema, Dios, obtenemos Su energía Divina que nos capacita a modificar poco a poco y con la constancia de la repetición diaria, esas estructuras mentales que han conformado nuestro ADN a lo largo de nuestra vida. Por ello nos repite cada día que lo único que hay que hacer ahora es recordarLe solo a Él y así, poco a poco iremos deshilvanando e identificando esa maraña de pensamientos y comportamientos negativos que van más allá incluso de afectar nuestra salud.
Se está estableciendo ahora, las bases para un mundo nuevo. Dios está aquí para ayudarnos a transformarnos. No se trata de un estudio intelectual, se trata de obtener Su poder que facilita que podamos ir más allá de la teoría. La clave para eso es entrar en el silencio interior y conectarnos con la Energía Suprema; es el espacio en donde se obran los “milagros”. Los pensamientos amorosos y positivos que creemos allí, van a modificar sensiblemente nuestro ADN y por consiguiente pensar en positivo va a ser posible. Un mundo nuevo no puede tener nada que ver con el que tenemos ahora.
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