
(El pensamiento que más protege en los momentos de sufrimiento, es el que nos eleva, nos alza de los grilletes, nos deja ver todo el panorama con perspectiva, el pensamiento que no nos sumerge, no nos redunda aún más en el sufrimiento. Cada cual podrá ver qué es lo que le ayuda a protegerse de ello. Mi experiencia personal es: Dios, mi Padre de yo el alma, está más allá de todos los juegos de esta baja energía en la que estoy inmerso en la Tierra. Me agarro de Su mano Celestial igual que un niño se cuelga de la mano del padre/madre cuando tiene miedo.)